jueves, 27 de agosto de 2020

RELAJACIÓN

BENEFICIO DE LA RELAJACIÓN EN LOS NIÑOS

Enseñar a los niños a relajarse les ayuda a desarrollar su inteligencia emocional, aprendiendo hábitos de vida saludable dentro de un mundo en el que sobran los estímulos de toda clase. De esta forma desarrollan su verdadero potencial, rendimiento físico e intelectual.

  • Aumenta la confianza en uno mismo.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Mejora la circulación sanguínea.
  • Incrementa la memoria y la concentración.
  • Mejora la calidad del aprendizaje.
  • Disminuye el estrés muscular y mental.
  • Regula las energías del niño.
  • Ayuda a vencer la timidez.
  • Favorece en la intervención de tics.
  • Después de realizar una actividad física, permite lograr un estado de tranquilidad y bienestar físico y mental.
  • Reduce la ansiedad.
  • Mejora en el autocontrol.
  • Mayor capacidad para afrontar miedos.
EJEMPLO DE ACTIVIDADES DE RELAJACIÓN

Imitar posturas de animales con estas actividades los niños, además de divertirse, se acercarán a la naturaleza:
  • La hoja: sentarse con la columna derecha, las plantas de los pies juntas, las manos sobre los tobillos. Suavemente encorvar la columna, después regresa a la postura de recto. Repetir el ejercicio varias veces.
  • La flor: sentados con la espalda recta, las plantas de los pies juntas y las manos en los tobillos, rebotar las rodillas hacia el piso en series de 10 veces.
  • El grillo: partiendo de la posición inicial sentados rectos, con las plantas de los pies juntas y las manos en los tobillos, mirar al frente y ladear la cabeza hasta que la oreja derecha toque el hombro derecho, colocar la cabeza recta y ahora repetir la operación, pero con la parte izquierda, oreja izquierda toca hombro izquierdo.
  • El pájaro: con la espalda recta llevar las manos hacia atrás hasta que se puedan agarrar por detrás de la espalda y tratar de estirar los brazos hasta que los omoplatos se unan. Después de soltar, relajar hombros y cuello.
  • La foca: sentado estira una pierna, inclina tu cuerpo hasta que tus manos toquen la punta de los dedos del pie que has estirado, vuelve a poner la pierna en su postura inicial y repite la operación estirando la otra pierna.
  • Risas
    Reírse es uno de los mejores calmantes. Cuando nos reímos mucho, nuestro cuerpo se siente muy relajado. Así que después de ver al niño ansioso o enojado, prueba buscar formas de reír y disfrutar juntos.
  • Abrazos
    Nos abrazamos como se abrazan los osos, a la de 3… venga… una, dos y tres. Si lográis 20 segundos de abrazo con vuestro peque, es un estado de bienestar máximo, el cuerpo se nivela y la persona abrazada se siente por esos segundos totalmente a salvo, por lo que el cuerpo se relaja al sentirse protegido.
  • Los cuentos: debemos tener un entorno tranquilo y silencioso, podemos trabajar la relajación justo antes de empezar a dormir y facilitarle así su sueño.


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